Solo libros en papel.

    Marcelo Díaz,

    Blaia

    1ª ed. Buenos Aires: 17grises editora, 2022.

    118 p.; 14 x 22 cm. – (poesía)

    ISBN: 978-987-1724-20-8

     

    «Blaia no es un poema ni una novela. Es un híbrido que ensaya como en un collage un bosquejo de teoría cartográfica. ¿Cómo se confecciona un mapa? ¿Qué se debe incluir/excluir en él? ¿Un mapa está condenado a ser la representación visual de un espacio definido? ¿O puede entrar en él una tercera dimensión que incluya tiempo? Marcelo Díaz trabaja sobre esta serie de interrogantes latentes en la forma que tiene la cultura de pensar la historia, el tiempo y el espacio; y se propone volver a la idea clásica de que la memoria es territorio donde los fantasmas del deseo se revuelcan con los de la política. Por eso construye un mapa de ficciones, recuerdos, coordenadas emotivas y anécdotas; puntos específicos en un espacio indeterminado, marcas que no emergen de una idea de localización sino más bien de un registro de enunciación.

    El mapa muta por momentos en una suerte de álbum de fotos que captura las huellas del cambio. Blaia, que literalmente es un mito sobre la condescendencia amorosa, se transforma en manos de Díaz en registro de las grietas que el tiempo traza sobre la directriz de una relación.» (Carlos Godoy)

    Marcelo Díaz,

    Blaia

    1ª ed. Buenos Aires: 17grises editora, 2022.

    118 p.; 14 x 22 cm. – (poesía)

    ISBN: 978-987-1724-20-8

     

    «Blaia no es un poema ni una novela. Es un híbrido que ensaya como en un collage un bosquejo de teoría cartográfica. ¿Cómo se confecciona un mapa? ¿Qué se debe incluir/excluir en él? ¿Un mapa está condenado a ser la representación visual de un espacio definido? ¿O puede entrar en él una tercera dimensión que incluya tiempo? Marcelo Díaz trabaja sobre esta serie de interrogantes latentes en la forma que tiene la cultura de pensar la historia, el tiempo y el espacio; y se propone volver a la idea clásica de que la memoria es territorio donde los fantasmas del deseo se revuelcan con los de la política. Por eso construye un mapa de ficciones, recuerdos, coordenadas emotivas y anécdotas; puntos específicos en un espacio indeterminado, marcas que no emergen de una idea de localización sino más bien de un registro de enunciación.

    El mapa muta por momentos en una suerte de álbum de fotos que captura las huellas del cambio. Blaia, que literalmente es un mito sobre la condescendencia amorosa, se transforma en manos de Díaz en registro de las grietas que el tiempo traza sobre la directriz de una relación.» (Carlos Godoy)

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