Edgar Yepez,
Raciones mínimas
1ª ed. Buenos Aires: 17grises editora, 2017.
134 p.; 14 x 22 cm. – (narrativa)
ISBN: 978-987-1724-28-4
«Con Paraísos vulnerables Edgar Yepez ganó en 2013 el Premio Nacional de Ensayo Joven “José Vasconcelos”. Raciones mínimas, compuesto a partir de una nueva articulación de esos textos, llega a la Argentina en una colección de narrativa. La paradoja no hace otra cosa que ratificar la continuidad del pensamiento a través de la convención de los géneros.
La prosa de Yepez abre las ideas, muestra el recorrido y el momento de revelación –durante una discusión de pareja, durante un partido de fútbol– de lo que será enunciado. Pero el presente continuo de ese pensamiento (“ahora pienso, se me va ocurriendo”, dice el narrador) remite al vértigo de los instable: mientras leemos, hacia adelante y hacia atrás, todo se transforma. La lectura cambia. Altera los tiempos y los espacios. Edgar Yepez es mexicano. Pero su mirada cosmopolita lee textos, ciudades, derivas e itinerarios. Su lectura se hace y se deshace con suma inteligencia desde la lógica insolente del escritor argentino y la tradición.
El espectro omnipresente es, por supuesto, Borges. Y junto a Levrero, Calasso, Canetti, Walser, Nabokov, Onetti, Brodsky y Coetzee, los fantasmas de Saer, Fogwill, Libertella, Piglia, Pauls, Casas y Mairal se encuentran para leer a Gabriel Orozco, a Pedro Reyes, a Kafka, a Melquiades Herrera o Francis Alÿs. Los nombres son referencias, pasajes, puntos cardinales. Pero hojear un índice, proponer una guía o mirar un mapa no es lo mismo que dejarse llevar por la ruta. Raciones mínimas es al mismo tiempo un diario, una novela y una biografía: una cartografía de vida que sólo se descubre en la lectura.»
Matías Castelli
Edgar Yepez,
Raciones mínimas
1ª ed. Buenos Aires: 17grises editora, 2017.
134 p.; 14 x 22 cm. – (narrativa)
ISBN: 978-987-1724-28-4
«Con Paraísos vulnerables Edgar Yepez ganó en 2013 el Premio Nacional de Ensayo Joven “José Vasconcelos”. Raciones mínimas, compuesto a partir de una nueva articulación de esos textos, llega a la Argentina en una colección de narrativa. La paradoja no hace otra cosa que ratificar la continuidad del pensamiento a través de la convención de los géneros.
La prosa de Yepez abre las ideas, muestra el recorrido y el momento de revelación –durante una discusión de pareja, durante un partido de fútbol– de lo que será enunciado. Pero el presente continuo de ese pensamiento (“ahora pienso, se me va ocurriendo”, dice el narrador) remite al vértigo de los instable: mientras leemos, hacia adelante y hacia atrás, todo se transforma. La lectura cambia. Altera los tiempos y los espacios. Edgar Yepez es mexicano. Pero su mirada cosmopolita lee textos, ciudades, derivas e itinerarios. Su lectura se hace y se deshace con suma inteligencia desde la lógica insolente del escritor argentino y la tradición.
El espectro omnipresente es, por supuesto, Borges. Y junto a Levrero, Calasso, Canetti, Walser, Nabokov, Onetti, Brodsky y Coetzee, los fantasmas de Saer, Fogwill, Libertella, Piglia, Pauls, Casas y Mairal se encuentran para leer a Gabriel Orozco, a Pedro Reyes, a Kafka, a Melquiades Herrera o Francis Alÿs. Los nombres son referencias, pasajes, puntos cardinales. Pero hojear un índice, proponer una guía o mirar un mapa no es lo mismo que dejarse llevar por la ruta. Raciones mínimas es al mismo tiempo un diario, una novela y una biografía: una cartografía de vida que sólo se descubre en la lectura.»
Matías Castelli